quiero seguir siendo mamona

Quiero robarme al Martín y cuidarlo por días completos..tengo que acostumbrarme a mecer y hacer dormir a las guaguas preciosas; quiero seguir inventando canciones de cuna, y darle besitos, quiero escuchar como me se ríe la Yessy cuando lo hago bailar. Pero por sobre todo quiero verle una y otra vez la cara al Marce cuando le pregunto "¿quieres tomarlo?" y él responda nervioso "no, porque se me puede caer".

Más de 50 años

Esa casa fue hecha por mi bisabuelo Miranda, la inauguraron para el matrimonio de mi meme con el tata...y todo quedó consumido...
No quedan álbumes de fotos, no quedan los títulos de mis papás; se fue la ilusión de dejarle a mi hija las tacitas que me hicieron feliz, y que cuidé con tanto amor para ella; Atrás quedaron los recuerdos de amores que marcaron mi vida...y otros errores que sirvieron como bencina al fuego. Un fuego inclemente, que arrasó con cada antigüedad que mi mamá buscó en la feria, que buscó en su depresión y el sentido de pertenencia (es ella la viuda del calcinado).
Ahí queda la gran fuente de endeudamiento de mi papá (no, no somos nosotras), su sueño de vivir el próximo año...tranquilos, los tres (ellos y la cata); Yo me quedaría en Santiago, con mi tía un tiempo y luego empezaría mi vida...sí,la recomenzaría.
Hasta acá llega la tradición de las fiestas con la familia, de los velorios interminables, de las reuniones de mis amigos, de las vacaciones, del trabajo, de ir a buscar frutas, de hacer el aseo, de cuidar que no entren moscas, de matar arañas..del polvo en el sillón, la alfombra, la tina (cuando mis viejos no estaban, o cuando me iba sola); De mirar las fotos, de mirarlas otra vez, de leer las cartas que mi papá le envió alguna vez a mi mamá...
La semana rapelina... el refugio de estrellas estando una noche en la hamaca...el "apaga la luz" evitando el tormento de apretar el interruptor.
La música hasta dormir, las lámparas de lágrimas de cristal (orgullo de mi mamá), el mandar a mis pololos a cortar leña, a regar los arbolitos, a cortar el pasto...
Nunca durmió tan bien la catita...en una cama que no fuera su cuna...
Se van mis mejores recuerdos, y con ellos la sumatoria de sueños y memorias de toda mi familia.
Me queda conservar a las personas que me hicieron vivir aquellos momentos (salvo los que han partido de este mundo).
Jamás olvidaré cuando Roberto se quedó para una Pascua; cuando Raúl nos cuidaba en la lluvia, a mi y a Mariela; fue en esa casa que conocí al Álvaro, mi primer pololo;cuando fueron mis compañeras de curso; mis amigos del barrio..cuando empecé con José clandestinamente; cuando me presentaron a "mil amigos".
Fue ahí donde Marcelo le pidió permiso a mi papá para pololear conmigo..me entregó unos libros preciosos, regaloneamos como nunca, ahí, con él, con esa casa... amé, empecé a amar de verdad (a entregarme con furia,pasión y ternura).
Lleve a Carlos, y llevé a Camilo, y a éste último me hubiera gustado mostrarle los avances de la casa (antes del incendio) ya que como el dijo: "hay que ponerse de pie"...y lo hicimos...pero nos empujaron...
Años de amor (no sólo mío) quemados con agresividad..
Tendremos que construir nuevamente. Y tendré que buscarle otro juguete a mi hija, quizás me entusiasme a hacer tacitas de arcilla o greda, para agregarle algún valor a su primer juego de niñita.

.·.

No hay que presentarse, sabes mi historia, me conoces, conoces a mi gente, a mi entorno, mis proyectos...pero todo eso es ínfimo...lo que en verdad importa es cuanto te quiero, y lo bien que me hace tenerte cerca, compañero.

Eres de los pocos con quien las risas espontáneas saben mejor y plenamente sinceras, es nuestra esperanza la que nos hace ser tan similares/distintos; las ganas que tienes de ser mejor, conmueven a cualquiera (aunque para mi eres una de las personas más buenas y grandiosas que he conocido), ¡cuanto te admiro!.

Agradezco todo lo referido a tu presencia, agradezco haberte conocido, haber terminado y habernos vuelto a encontrar...por la eterna simpatía, por los ideales comunes, por los lugares comunes.

Cada vez que mencionas que algunas lozas te tratan de malo... me dan ganas de dos cosas:
-En primer lugar, de sacarles la mierda.
-En segundo, de abrazarte y decirte lo más dulcemente posible que no lo eres, que nunca lo fuiste, que no lo serás..

Todos cometemos errores, tú no has sido ni el último ni el peor, pero aunque lo fueras, ten la seguridad que estaría a tu lado, porque "en la calle codo a codo, somos muchos más que dos".

Volver a la simpleza, ahí estará el secreto.

Mi querido hermano, camarada, compañero... si pudiera llenarte de alivios, lo haría, haría lo que fuese para eso; y si existe la posibilidad de transformarnos en golondrinas... lo intentaré y así de paso, construyes tus sueños desde la perspectiva de aquel romántico pajarito inspirador de tu lado más sensible, de ese que ya no extraño, porque lo volví a ver, pero desde otra vereda.

Volví

necesito una canción,
una canción de cuna...
duermo con sonrisas,
con caricias en los párpados
y en las mejillas.

toco la guitarra...
pronto mejoraré,
siento más calor que en esas horas terribles.

el jarabe no es más que la dulzura,
fue una inyección de energía, de amor.
cada abrazo devuelve esa alegría que se esfumaba.

(como diría Jorge Drexler)
me haces bien
me haces bien
me haces bien

Mono chino

Cristóbal: ¿Por qué no puedes sacarlo de tu vida?

Andrea: ¿Qué excusa tengo ahora?, ya no lo saqué, no lo borré, no puedo odiarlo...solo tenerle mucho cariño y estar pendiente de su felicidad.

Crisitóbal: ¿Estás segura de que ya no pasa nada?

Andrea: Absolutamente

Agradecer que siempre estés ahí, agradecer que seas un monitor de mi dolor... y lo mejor es que te preocupas, en serio.. solo quiero verte contento...feliz, a tu mami, a tu papi, a tu hermana (una de mis mejores amigas), al Toffy. al apolo, al cachito.

¡Te Quiero Mucho!

Algo que me quedó de una película...

Odio como me hablas y odio tu corte de pelo.
Odio como conduces mi auto y me miras sin recelo.
Odio tus enormes botas de combate
y la manera como lees mi mente.
Te odio tanto que me enferma, hasta me haces rimar.
Odio que tengas razón, odio cuando mientes.
Odio que me hagas reír, incluso más que me hagas llorar.
Odio no verte la cara y que no me hayas llamado.
Pero más odio no odiarte...
ni un poquito, ni un ápice, ni nada.

NANo Stern - Necesito una Canción